miércoles, 30 de enero de 2013

DEGUSTANDO ALANGE


Tras finalizar nuestro relato de la ascensión y descenso al Castillo de la Culebra en Alange, vamos a proceder a dar rienda suelta a la segunda parte de nuestro proyecto, ya que una vez cubierta la que podríamos llamar faceta de “Almenas”, pasamos a describir la vertiente de “Alambiques”, es decir, la degustación gastronómica, tanto de vinos de la tierra a la que pertenece la fortaleza en cuestión, como los platos típicos de la zona.

En esta nuestra primera parada de “Almenas y Alambiques”, escogimos (por recomendación) el Restaurante “El Parador”, situado en la entrada de Alange llegando desde Mérida. Es domingo y es la hora del aperitivo, por lo que la concurrencia en el local es amplia. También recomendamos encarecidamente el restaurante Trinidad, justo al lado del que nosotros visitamos, ya que las referencias son inmejorables.

Con las piernas algo fatigadas por el esfuerzo recién terminado decidimos pedir una botella de vino tinto Viñalange Tierra de Extremadura, de la Bodega almendralejense Palacio Quemado, que desde el restaurante nos acompañan con carne de cerdo en salsa a modo de tapa.

Esta bodega, propiedad de las familias Alvear (Bodegas Alvear) y Losada e implantada en Extremadura en 1.999, sigue la línea de trabajo de las bodegas de la familia Alvear, fundadas en 1.729, en búsqueda constante del mejor suelo y el mejor clima para la elaboración de sus vinos. Su producción abarca desde vinos jóvenes de uva tempranillo, syrah y garnacha, hasta crianzas y gran reserva madurados en barrica de roble francés y americano, incluyendo recientemente la gama Premium, consiguiendo con todos estos caldos posicionarse como referente dentro de las bodegas de la DO Ribera del Guadiana. 
(Más información en su web http://alvear.es/index.php/es/bodega-palacio-quemado)

Si nos centramos en las cualidades del vino que nosotros escogimos, a simple vista su color es oscuro, con reflejos violáceos, lo que denota que es vino joven y de uva sureña, junto con la lágrima, que es gruesa. En cuanto a olores, podríamos decir que el de frutos rojos es predominante, aunque una vez reposado se aprecia un ligero toque balsámico. En boca el caldo entra fuerte, pero el gusto es equilibrado y no es excesivamente largo, por lo que es un vino de fácil disfrute y apto para todos los paladares.

Volvemos a nuestra comida, y siendo fieles a la verdad, la primera botella nos duró poco, por lo que cuando nos comunican que podemos pasar al comedor, decidimos pedir una copa más de este excelente vino para acompañar el menú.

El trato es amable y servicial, y nos decidimos a probar el revuelto de la casa como primer plato. Se trata de una mezcla de espárragos trigueros, setas de la zona y huevos de corral, que sazonado y con taquitos de jamón extremeño hacen que quedemos bastante satisfechos. Lo recomendamos como entrante. Para el segundo plato la oferta es variada en carnes, por lo que decidimos pedir carrillada estofada y solomillo de cerdo, siendo platos que si bien no son típicos específicamente de la zona, si que aseguran la calidad de las carnes de nuestra región, siendo muy apetecibles y quedando tras ellos un gran sabor de boca.

El maridaje del vino con las carnes es bastante bueno, por lo que podemos calificar esta primera experiencia gastronómica como satisfactoria, aunque nos quedamos en nuestra lista de cuentas pendientes con no haber degustado las ancas de rana fritas, un plato típico de esta localidad y que aconsejamos a los visitantes.

miércoles, 23 de enero de 2013

PRESA DE ALANGE

Si espectaculares son las vistas desde lo más alto del Castillo de la Culebra en Alange, también lo es su imponente presa que se encuentra sobre el río Matachel, situada al oeste de la localidad, con una extensión aproximada de 5000 hectáreas.

La presa de Alange constituye un importante elemento de regulación lateral de la cuenca del Guadiana, que ha permitido aumentar los recursos hídricos. Las posibilidades de esta obra no se agotan ahí, ya que el Embalse de Alange, permite su aprovechamiento para usos recreativos y potencia el atractivo turístico de Alange.

 




martes, 22 de enero de 2013

GRANERO DE LA EDAD DE BRONCE



En el Cerro del Castillo de Alange se encuentra el poblado mejor conocido del Bronce Pleno extremeño.


Ubicado en un punto de gran dominio visual, buenas tierras y abundancia de agua, acogió un hábitat aterrazado en ladera vinculado culturalmente al “Bronce del Suroeste”. Sus pobladores desarrollaron allí una economía agropecuaria, basada en gran medida en el cultivo de cereales.
 

En relación con ello, en el año 2005 se descubrió una espectacular edificación de más de 19 por 6 metros, montada sobre una terraza e interpretada como un gran almacén de trigo, en función de la enorme cantidad de semillas carbonizadas aparecidas en su interior.
 

Este hallazgo, fechado hacia el 3.360 antes del presente, permite inferir actividades de integración-redistribución gestionadas muy posiblemente por una “jefatura”.



DESDE ALANGE A FUNDAR BADAJOZ


Ya hemos hablado de nuestra ruta de subida al Castillo de la Culebra en Alange, hemos conocido de primera mano cómo es el terreno, en qué estado se encuentra la edificación, las vistas que su emplazamiento nos ofrece, cómo es el descenso e incluso hemos avanzado algunos puntos de la degustación gastronómica que disfrutamos y las visitas paralelas que se pueden realizar.
Pero llegados a este punto no podemos avanzar en nuestro camino sin detenernos un instante a apuntar algunos datos de la historia de este castillo, hoy en ruinas, pero que antaño tuvo tal importancia que llegó a ser el punto desde el que Ibn Marwan partió con sus huestes hacia Badajoz para fundar la que hoy es la mayor ciudad de Extremadura.
Ibn Marwan
Como hemos visto en anteriores entradas, el castillo de Alange está situado sobre un cerro de roca granítica, llamado de la Culebra (que da nombre a la fortaleza) a cuya falda se extiende la localidad de Alange, divisando igualmente desde sus muros la confluencia del río Matachel con el Guadiana, anteriormente de manera inalterada, hoy en día con el impresionante paisaje que ofrece el Embalse que lleva el mismo nombre de la localidad. Así mismo, la altitud de su ubicación (unos 500 metros) hace posible divisar los castillos de Hornachos y Montemolín.

Su origen no está muy claro, pero se cree que ya en tiempos de los romanos en Hispania se construyó un bastión en esta sierra, conocido como Castrum Colubri, nombre del que derivaría Castillo de la Culebra. La conquista árabe significó la reconstrucción del fortín en torno al siglo IX, pasando a conocerse como Hixn-al-Hanash, dando nombre a la localidad de Alange (los cambios y adaptaciones del lenguaje hacen que su nombre vaya pronunciándose posteriormente como al-Hanash o al-Hanx, como al-Anj después y quedando como Alange finalmente).



Sus moradores tomaron parte en la rebelión cuyo líder fue el fundador de Badajoz, Ibn Marwan, sitiado en este emplazamiento por el emir Muhamad I durante varios meses, mientras que en el año 915 el rey Ordoño I asalta el castillo y lo devuelve a manos cristianas hasta que definitivamente en 1243 el rey Fernando III el Santo lo dona a la orden de Santiago, quien lo convierte en el centro de una Encomienda, tarea a la que es destinado hasta que es finalmente abandonado aproximadamente en el año 1550.

                                                                                            

Si hablamos de cómo ha tratado el paso de los siglos al Castillo de la Culebra, tenemos que decir que su aspecto actual no es muy imponente, pero los visitantes pueden admirar en él tres torres que se mantienen en pie, incluida la del Homenaje, observándose cómo los materiales principales mampostería y ladrillo añadidos a la obra de origen musulmán, unos materiales que igualmente se distinguen en la Puerta del Sol, puerta de acceso a este castillo extremeño, puerta de acceso a su historia.

lunes, 21 de enero de 2013

ALMENAS Y ALAMBIQUES "DEBUTA" EN LA RADIO

El pasado miércoles 16 de enero, Almenas y Alambiques tuvo su primera aparición en los medios de comunicación. El programa "Mérida en la Onda", de Onda Cero, se hizo eco de nuestro proyecto y entrevistó a uno de los componentes del equipo, Jorge Moraga.

En el siguiente enlace (a partir del minuto 1:11:24) podéis escuchar la entrevista completa y conocer de viva voz cual es la filosofía de Almenas y Alambiques:

http://www.ondacero.es/audios-online/emisoras/merida/merida-onda/merida-onda-enero_2013011800054.html


miércoles, 16 de enero de 2013

ASCENSIÓN AL CASTILLO DE LA CULEBRA EN ALANGE: EL ESTRENO (PARTE 2)


Descanso breve, fotografías de rigor y emprendemos la bajada por la vertiente contraria a la que hemos escogido para la subida siguiendo las indicaciones del GPS. En los primeros 200 metros de bajada volvemos a encontrarnos con un terreno escarpado, en el que las pequeñas piedras hacen que carezcamos de un buen apoyo y las grandes rocas y ramas de árboles dificultan el trayecto. Una vez superado este tramo el camino vuelve a ser más amplio, con la única dificultad de la nada desdeñable pendiente.

Torre del Aljibe
En este punto los restos de parte de la muralla nos hacen desviarnos algo de la ruta, por lo que al retomarla confundimos el camino y seguimos nuestro descenso hasta comprobar que llegado un punto el tránsito es imposible. Volvemos sobre nuestros pasos hasta la zona de la muralla, donde el camino gira hacia la derecha como queriendo volver hacia el pueblo. El terreno que encontramos a continuación es mucho más cómodo, aunque el camino se ensancha y estrecha en varias ocasiones, pero durante los siguientes 900 metros bajamos hasta la puerta que hemos mencionado en el comienzo de nuestra andadura, a la altura de la ermita de San Bartolomé.

Ya sólo nos queda deshacer el camino andado hasta los estacionamientos del embalse, recorriendo en total unos 6 kilómetros en unas dos horas si caminamos a un ritmo normal, teniendo en cuenta que la dificultad del trayecto puede considerarse como moderada.

La ruta proporciona sensación de plenitud, por el esfuerzo, por conseguir el objetivo y por el disfruta de paisajes, restos arqueológicos y la flora autóctona, por lo que mientras descansamos aprovechamos para admirar el impresionante salto de agua de la presa de Alange, situado a escasos metros de los aparcamientos.

Nuestra ruta finaliza entorno a las 13:30 horas por lo que ya en coche nos dirigimos al pueblo, donde escogemos el restaurante “El Parador” para nuestro avituallamiento particular, que comenzamos con vino de las bodegas Viña Alange, acompañados de una buena tapa de carne en salsa con patatas fritas, para posteriormente pasar al comedor y disfrutar de un revuelto de espárragos trigueros y setas de la zona, o carnes de cerdo y ternera con distintos guisos (nos extenderemos más en este aspecto en siguientes entradas de nuestro blog).

Pinturas zoomórficas en "La Calderita"
Reposamos escasamente la comida, y aprovechando que el tiempo nos ha respetado y pese a la amenaza de lluvia no ha caído ni una gota, nos dirigimos hacia las inmediaciones de la localidad de la Zarza, a escasos 4 kilómetros de Alange, ya que tenemos conocimiento de que a mitad de camino se puede acceder a una serie de pinturas rupestres visibles en la zona de “La Calderita”. Es un trayecto corto, apenas 3 kilómetros, pero los grandes desniveles y el poco agarre del terreno hacen que la ruta sea complicada tanto en subida como en bajada, aunque la gran visibilidad de las pinturas hacen que esta visita sea muy recomendable.

Y así finalizó nuestra primera aventura, a eso de las 16:30 horas, con unos 10 kilómetros recorridos y con ganas de repetir. Estad atentos a las siguientes entradas de nuestro blog y página web, así como a nuestros perfiles en Facebook y Twitter, ya que iremos dando más detalles de esta primera expedición, centrándonos en el disfrute de vinos y platos de esta zona.

GALERÍA FOTOGRÁFICA CASTILLO DE LA CULEBRA

Antes de contaros como acaba nuestra primera experiencia en el Castillo de la Culebra de Alange os ofrecemos la posibilidad de disfrutar de las impresionantes vistas, el estado de la construcción, las características de la ruta o las flora del camino, a través de la Galería Fotográfica de Almenas y Alambiques
dedicada a este castillo en Picassa:




lunes, 14 de enero de 2013

ASCENSIÓN AL CASTILLO DE LA CULEBRA EN ALANGE: EL ESTRENO (PARTE 1)




Para comenzar con nuestra andadura en el proyecto “Almenas y Alambiques” escogimos el llamado Castillo de la Culebra de la localidad pacense de Alange, a 17 kilómetros aproximadamente de Mérida, que recibe su nombre de la sierra en la que se encuentra su emplazamiento.


Restos de muralla
Estamos en enero y los días son fríos, lo que unido a la amenaza de lluvia hace que nos planteemos comenzar el viaje a una hora no demasiado temprana, en la que la humedad de las heladas nocturnas haya desaparecido casi por completo. Nos citamos por tanto a las 10 de la mañana en Mérida, dónde tras un desayuno de café y tostada iniciamos el trayecto en coche, de apenas 10-15 minutos, hasta el muro del Embalse de Alange, donde aparcamos en los estacionamientos habilitados al efecto.

La Sierra de la Culebra es habitualmente visitada por adeptos a los deportes de escalada, e incluso la Federación Extremeña de esta modalidad realiza pruebas, competiciones y concentraciones de jóvenes talentos en sus paredes, por lo que al llegar nos encontramos con que ya hay movimiento por la zona.

Comenzamos nuestro trayecto en el borde del muro del embalse, por la pista que bordea la sierra en la que se encuentra el castillo, durante aproximadamente un kilómetro y medio, con terreno totalmente llano, encontrándonos en este tramo con los restos de un granero de la edad de bronce. Esta pista la abandonamos al llegar a la altura del Centro de Tecnificación de Piragüismo que el Gobierno Regional construyó a orillas del embalse, y que en la actualidad se encuentra totalmente abandonado pese a ser un edificio de reciente construcción.


En ese punto giramos hacia la izquierda para iniciar ya la subida en primer término por las calles de Alange, caminando unos 100 metros por la travesía del Castillo hasta encontrarnos con la Calle Castillo, en la que giraremos a la izquierda para dirigir nuestros pasos directamente al trayecto marcado como subida “oficial”. Atravesamos una especie de verja a la altura de la Ermita de San Bartolomé, que dejamos a la izquierda, y entramos ya en lo que podríamos denominar territorios del castillo.

Llevamos ya caminados unos dos kilómetros, y es ahora cuando comienzan a endurecerse las rampas, ya que en los siguientes 500 metros afrontamos una serie de giros de herradura en el camino en los que podemos contemplar los restos la llamada “Puerta del Aljibe” y el aljibe (que contiene agua en esta época del año procedente de las lluvias) que le da nombre. Hasta el momento el terreno es con bastante pendiente pero sin ninguna complicación.


Puerta del Sol
Una vez rebasados Puerta y Aljibe, el terreno abandona la apariencia de vereda para mediante las señales y protectores de madera del sendero indicarnos que debemos subir por una serie de grandes rocas graníticas, con superficie lisa que puede entrañar riesgo de resbalar, a cuya izquierda dejamos un gran desfiladero (no en vano, en estos últimos 500 metros de camino hemos ascendido unos 100 metros de altura).



Volvemos a encontrarnos con el camino, pero es ya más estrecho y el terreno no es tan limpio como hasta ahora. Son habituales grandes piedras, pequeños socavones o vegetación que complica el paso durante los siguientes 250 metros. Una vez finalizado este paseo, nos encontramos con una pequeña explanada en la que las vistas del embalse son inmejorables, por lo que aprovechamos para contemplarlo y realizar fotografías a modo de pequeño descanso antes de afrontar la parte final de la ascensión al Castillo de la Culebra.

Una vez recuperado el resuello retomamos el camino, cuya pendiente se endurece bastante y tras unos 100 metros con varios giros y un terreno en el que lo más peligroso es la poca adherencia por el desprendimiento de pequeños guijarros, nos encontramos con la llamada Puerta del Sol, que da acceso a las ruinas del Castillo de la Culebra, entre las que encontramos la Torre del Aljibe como la construcción en mejor estado de conservación, junto con restos de una tronera de bola, un nuevo pozo, el acceso al mismo y vario tramos de muralla y muros de la fortificación.


Vista de Alange desde el Castillo
Nos enfrascamos en la exploración de la antigua construcción, con origen romano y pasado musulmán, que fue reconquistada y abandonada en el siglo XVI, admirando las impresionantes panorámicas que la altura de la Sierra de la Culebra nos ofrece, ya que hemos alcanzado los 492 metros de altura, subiendo casi 300 metros en menos de 3 kilómetros. Desde nuestra privilegiada posición podemos divisar, según en la dirección en la que observemos, el Embalse de Alange en su totalidad, Mérida, Almendralejo, 
La Zarza, el río Matachel y todas 
las tierras que los rodean.


(En la segunda parte conoceremos datos del descenso y de la degustación gastronómica)

jueves, 10 de enero de 2013

HISTORIA,BELLEZA,GASTRONOMÍA...

"ALMENAS Y ALAMBIQUES" nace hoy como un proyecto apenas pensado pero rápidamente consensuado; puesto en marcha con fluidez y con afán de compañerismo, con el único objetivo de dar a conocer la huella que la historia ha dejado en nuestros pueblos y territorios, así como los caldos y viandas que van parejos a ella, de una forma amena y saludable, en la que el fin último es compartir con el lector la experiencia, la vereda, la historia, la naturaleza, el paisaje, las gentes, los sabores...

Tendrán cabida en este blog métodos varios de dar a conocer estas vivencias, tales como relatos de leyendas, datos históricos, fotografías, comentarios de cada experiencia, dibujos, anécdotas, recomendaciones, menús típicos, etc., aparejados cada uno de ellos a la última visita realizada.

"ALMENAS Y ALAMBIQUES" consiste en definitiva, en un recorrido por los Castillos o emplazamientos de fortificaciones de Extremadura, uniéndolo al disfrute de la belleza del paisaje y los platos típicos de cada localidad.

A día de hoy, formamos parte de esta iniciativa y firmaremos indistintamente cada una de las entradas en "Almenas y Alambiques":

JORGE MORAGA
ESTEBAN OLIVARES
JAIRO POZO
PEDRO GUISADO
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ

Primera parada: Castillo de Alange, domingo 13 de Enero de 2013.

Disfrutemos juntos del camino